¿Es el mercado FOREX una opción para todos?
Definitivamente
este es uno de los temas que he tenido represado por varios meses y lo
reconozco, debido a que considero que si bien es un tema de suma importancia
para todos aquellos nuevos inversionistas que desean evaluar las diferentes
opciones de inversión, primero debía enfocarme en atender todos esos temas que forman
desde la base a un inversionista antes de ingresar al detalle universal de cada
uno de los activos.
Por ello
ahora que considero que el contenido del blog ha crecido de manera importante
en dichos temas, es prudente hablar del Foreing Exchange Market
(FOREX) -Mercado de Divisas-.
Para muchos
escuchar sobre este mercado es como recibir la maldición de alguna momia
faraónica encantada que anuncia muerte y quiebras a quien se le acerque. Y no
es para menos y lo entiendo, porque en una sociedad con una opinión pública
carente de toda formación financiera este tipo de posiciones son totalmente
válidas. Nuestra opinión pública prefiere al estilo de Camila Zuluaga satanizar
el tema en vez de detenerse por un momento y educarse frente al mismo y no ser
presa de la atrevida ignorancia que siempre tiene la razón y está llena de
argumentos.
Es por esto
que quiero dedicarle este espacio al asunto con el fin de establecer un punto
de partida y reordenar algunos argumentos que pueden terminar en una bola de
nieve ruidosa y mal intencionada y que lo único que lograría sería destruir aún
más la ya lesionada confianza de los incrédulos inversionistas.
¿Es el
mercado de divisas (FOREX) un mercado donde pueden ingresar todo tipo de
inversionistas?
Lo primero que
hay que aclarar es que el mercado de divisas (FOREX –por sus siglas en inglés)
es uno de los mercados más grandes del mundo donde participan desde bancos
centrales los cuales cuentan con cifras monumentales de dinero hasta “especuladores”
profesionales y no profesionales –yo los llamaría incautos– como cualquier
persona del común que sólo desea exponer tan sólo USD$300 en una cuenta micro
que le permita apostar a la dialéctica oceánica que expone el mercado las
veinticuatro (24) horas al día desde el Domingo a las 5:00pm hasta el viernes a
las 5:00pm para el caso de la zona horaria nuestra (Colombia).
De esta
forma el mercado de divisas en un mercado totalmente lícito para realizar
operaciones entre más de cincuenta (50) cruces de monedas alrededor del mundo
desde un solo mercado –cómo lo muestra el tablero a continuación– es decir, que
si usted desea comprar o vender en corto el par Libra esterlina (GBP)/Dólar
americano (USD) lo puede hacer sin ningún tipo de escrúpulo o de limitante
regulatorio domestico, porque el mercado así lo permite.
¿Pero
entonces es un mercado para todo el mundo?
Si bien está
disponible para todas las personas que deseen exponer algo de sus recursos de
“inversión” –lo pongo en comillas porque en la mayoría de casos que conozco es
una exposición directa a las perdidas– a un tipo de cambio como lo permite este
mercado, lo puede hacer. Además que su fácil acceso lo convierte en un uno de
los mercados más promocionados por las páginas web a lo largo y ancho del
internet. Y por ello es que cada día más personas inexpertas se aventuran a
trasegar por este mercado tan técnico y tan profundo como si fuera un simple
juego de dados o damas chinas.
Mi respuesta
entonces frente a la pregunta con la que di inicio este artículo es un
contundente NO. Este mercado no está hecho para todo tipo de inversionistas.
Empezando por decir que no existe posibilidad alguna que usted persona
inexperta en el mercado público de valores que no entiende que es el
apalancamiento (además que usa el crédito para consumir activos netamente
improductivos) este expuesto a posiciones que multiplican por ene (n) veces sus
garantías a la espera de un golpe de suerte para ver multiplicar sus recursos.
Primera
pregunta:
¿Alguna vez
en su vida a comprado o vendido en corto algún activo financiero a través de
bolsa en Colombia? Si la respuesta es afirmativa puede seguir con el proceso,
de lo contrario mi mejor sugerencia frente al tema es que se divierta con esos
USD$300 en el casino más lujoso de la ciudad donde reside y con una
probabilidad mayor le podré pronosticar que le irá mejor allí que en el mercado
de divisas.
¿Por qué
afirmo lo anterior?
En alguna
ocasión almorzando con el gerente comercial de un bróker (ver lista de bróker de divisas) de divisas que por aquella época visitaba
el país tuve la oportunidad de escuchar una estadística que me dejó perplejo
ante los números. Las cuentas menores a USD$50.000 duran prácticamente días,
las que cuentan con saldos entre USD$50.000 y USD$100.000 duran semanas y sólo
aquellas que cuentan con saldos superiores a USD$100.000 duran meses. Es decir,
que toda esa publicidad de cuentas micro que inundan los baners de la web no
son nada más que una gran red de pesca que se tira en este gran océano buscando
sardinas que sostengan el volumen de comisiones para los Brokers.
Ahora
miremos el caso de las opciones binarias en divisas que se han popularizado
tanto, primero habría que definir ¿qué son las opciones binarias[1]?: “Las opciones binarias son
también conocidas como opciones digitales, opciones de retorno fijo u opciones
de todo o nada o FROs (Fixed Return Options )".
En este tipo
de inversiones el inversor adquiere el derecho a cobrar determinada cantidad
si, al vencimiento, se cumple la condición de que la opción suba o baje con
respecto al precio de la misma al realizarse la compra. De esta manera el
comprador será acreedor a la suma pactada al vencimiento, siempre y cuando se
cumpla la condición predeterminada.
Las opciones
binarias son opciones que dan al inversionista un pago o retorno fijo si se
cumple el criterio de la opción. Lo que hace interesante a estos instrumentos
de inversión es que los inversionistas reciben un pago fijo, un retorno basado
en si el activo subyacente cumple con el criterio específico que es descrito
como parte de la definición de la opción.
Al negociar
con opciones binarias el trader o inversor comprará la opción que desea
adquirir, cada opción tiene un valor nominal sobre el cual el inversionista tendrá
que decidir si hace una colocación Call o Put, es decir, si el valor de la
opción al vencimiento estará por encima o por debajo del valor al momento de la
compra. Se podría decir que al invertir en opciones binarias lo realmente
importante es la tendencia del instrumento financiero, sea al alza o baja.
El valor de la opción al
vencimiento determinará si la opción cerró con utilidad “In the Money” o con
pérdida “Out of the Money”. Si la opción cerró “In the Money”, el inversionista
ganará el cien por ciento del valor de la opción el cual es determinado al
momento de la compra. Si la opción cierra “Out of The Money” el valor de la opción
será igual a cero. Sin embargo, muchos de los brokers que se especializan en
opciones binarias otorgan un valor de reembolso que puede llegar hasta el 15%
de la inversión por terminar "Out of The Money.” ¡Un momento! Leí bien o esto
definitivamente es el santo grial de las inversiones. Ganar en una posición de
opciones sin importar para donde tome el mercado es o una completa estafa o
definitivamente encontraron la fórmula mágica para tener un activo altamente
riesgoso, con retornos de dos dígitos al mínimo riesgo. Aquí simplemente hay
algo que no cuadra, al hablar con un experto del mercado de opciones y que
diariamente negocia divisas en el mercado SET-Fx (mercado donde interactúan todos
los intermediarios del mercado cambiario) y que para ello debe estar
certificado ante el Autoregulador del Mercado de Valores (AMV) Henry Mauricio
Martinez, me explica que lo que plantean las opciones binarias donde se gana
por ambos lados simplemente no es posible y que de algún lado se debe sacar el
valor de la prima (Strike) de la opción y si la misma queda “Out of Money” el
tenedor de la opción está en un escenario de pérdida si decide ejercer dicha
opción ¿qué sentido tiene realizar una opción sin importar si es Put o call si
al finalizar quede "In the Money" o "Out of The Money" se reintegrará un porcentaje
garantizado? Detrás de este tipo de operaciones simplemente hay algo que yo no
entiendo y más tratándose de un Broker que está creado para generar ganancias
para él, por algún lado debe estar ocultando información de la realidad de las
operaciones para el “inversionista” y como comparto muchas de las premisas que
usa Warren Buffet para este caso yo no invertiría en un negocio que yo no logro entiender.
Nuevamente
pregunto ¿alguna vez usted a negociado algún contrato estandarizado a través de la
Bolsa de Valores de Colombia? Si la respuesta es un no rotundo, usted está en
el peor de los mundos.
Esto me
anima a compartirles este maravillo fragmento[2]:
“QUOUSQUE TANDEM, CATALINA…
Quousque tándem,
Catalina, abutere patientia nostra? (¿Cuánto tiempo, Catalina, seguirás
abusando de nuestra paciencia?). Estas primeras palabras de inflamada acusación
de Cicerón contra el estafador financiero Catilina, no han perdido su
actualidad. ¿Cuánto tiempo continuaréis actuando así?, les gritaría yo a los
mozalbetes del negocio con los contratos de entrega aplazada.
El negocio
con entrega de las mercancías o valores adquiridos, dentro de un plazo
determinado es, en muchos aspectos, comparable con el juego de azar. Y en el
fuero interno de cada uno de los pequeños inversores de la Bolsa, dormita un
ser humano al que le gusta el juego. La entrada en los casinos está abierta a
todos los ciudadanos mayores de edad. Y quienes los visitan saben perfectamente
que allí todas las operaciones están sujetas al más severo control: la ruleta
funciona perfectamente y no está trucada, y las cartas están sin marcar. No
obstante, hasta en los casinos mejor controlados los jugadores pueden ser
víctima de engaños muy ingeniosos.
Mucha “seriedad”:
Chiringuitos
del mercado de futuros
Si
comparamos a los casinos de juego con las operaciones de compra con entrega
aplazada, podemos apreciar que existe una notable diferencia. Nadie quiere
hacer propaganda de los casinos de juego; sin embargo, los especuladores con
este tipo de operaciones aplazadas sí suelen ir de casa en casa y arrastran al
ciudadano ingenuo con las campañas de sus agresivos agentes. Y aquí se juega
con trampas, En muchas ocasiones cuesta trabajo aceptar la grosera publicidad
con que operaban esos propagandistas. Ofertas telefónicas seductoras y lujosos
prospectos deben captar al inversor. Se barajan nombres de empresas prestigiosas
(que de modo inocente se ven mezcladas en el asunto) como supuesta garantía.
Debo prevenir también contra un nuevo tipo de propaganda que asegura que las
autoridades oficiales de la Bolsa norteamericana (SEC) controlas esa
comercialización de valores. La SEC no tiene atribución alguna ni es responsable
en absoluto de las operaciones aplazadas; consecuentemente, no tiene nada que
ver con esas ofertas.
En conjunto,
como es natural, no estaría justificando acusar a las instituciones bursátiles de
las operaciones aplazadas, como tampoco sería justo acusar a un casino de juego
por un empleado o crupier deshonesto. Son considerables los abusos que el
ejército de agentes de ventas y publicidad comenten son los contratos
aplazados, pero no cabe duda de que se trata de personas sin conciencia a las
que debería ponerse a buen recaudo para que no siguieran causando daño.
Fraude en la
República Federal
No acuso, a priori, de estafador a ningún agente
de Bolsa que opere con los negocios de entrega aplazada, ni a sus vendedores o
publicitarios, pero afirmo, con conocimiento de causa, que en esos negocios
ocurre con frecuencia que el único interés de quienes en ellos participan
consiste en hacer pasar el dinero del cliente a sus propios bolsillos. Los
negocios de inversión con entrega aplazada son una de estas cosas:
- Un engaño total,
- Un engaño a medias,
- Un engaño de facto, aunque
no lo sea de iure.
Engaño
total: la empresa vende, por ejemplo, opciones de compra aplazada de mercancías
(o cualquier tipo de valores) que todavía no posee. Cuando el cliente cree que
gracias a una subida de precio va a hacer un gran negocio, la empresa no puede hacer
frente a sus compromisos y se declara en suspensión de pagos. Ésa es una estafa
exactamente igual que la que cometería un casino de juego que se negara a
liquidar sus ganancias a un jugador.
Engaño a
medias: la empresa compra verdaderamente las opciones en Londres, pero se las
vende a sus clientes con un ciento por ciento o un doscientos por ciento de
aumento. El cliente es engañado porque no sabe los precios reales.
Engaño de facto: la empresa ofrece participaciones
en cuentas conjuntas o en fondos de venta a plazo fijo. El administrador de la
cuenta conjunta o de los fondos compra, por ejemplo, en el momento en que
comienza un día bursátil, diez contratos para la adquisición de soja, diez de
oro y diez de platino. Con cada uno de esos artículos puede producirse en el
curso de la jornada, hasta el cierre de la Bolsa, una ganancia o una pérdida de
30.000 marcos. Los contratos con pérdida son englobados en la contabilidad de
la cuenta común; los contratos con ganancias los conserva el director para su
propia cuenta personal. No hay autoridad bursátil, ninguna ley o disposición (ni
siquiera la conciencia del director) que pueda impedirle hacerlo así.
En el
dialecto de la Bolsa, esas operaciones se llaman “jugar sobre terciopelo”: las
ganancias para el jugador, las pérdidas para el cliente. No puede sorprender a
nadie que, de la noche a la mañana, surjan nuevas empresas para negociar con
mercancías de entrega aplazada, como las setas en el bosque después de la
lluvia. Alejandro Dumas hijo ya escribió: “el mejor negocio es el que se hace
con el dinero de los demás”. Quien, pese a todo, se sienta arrastrado por el
irresistible impulso de especular con mercaderías, deberá dirigirse a uno de
los grandes agentes de Bolsa norteamericanos, pero deberá darle sus
instrucciones concretas de acuerdo con sus propias ideas y decisiones. Al fin y
al cabo, el jugador de la ruleta también tiene que acudir personalmente a la
mesa, tomar asiento y no confiar a nadie su dinero para que se lo juegue.
El
especulador con contratos de entrega aplazada no debe aceptar los consejos del
agente o de los empleados de éste, pues ninguna de esas personas que se titulan
así mismas expertas sabe más que él mismo del asunto. Sistemas de ordenadores,
expertos y “campeones del mundo” son pura leyenda. Además, los agentes de Bolsa
no están en condiciones de aconsejar de modo objetivo, porque viven de las
comisiones y, por lo tanto, tienen que hacer lo necesario para que la cantidad
de circulación sea la mayor posible. El jugador acabará por descubrir. Pero sólo
al fin, que todo su capital ha desaparecido en comisiones. Por esta razón, mi
consejo para los iniciados es: las manos fuera del juego de las mercancías a
plazo fijo. Como en el caso de las ruletas en los casinos, puedo afirmar, tras
50 años de experiencia, que su norma puede aplicarse al comercio con contratos
a plazos: “Se puede ganar, pero se tiene que perder”.
Para que
usted pueda entender mi punto deseo compartirle la siguiente analogía; si una
persona nunca ha manejado un automóvil y no sabe cómo hacerlo ¿qué cree que le
pasaría si en vez de iniciar su proceso formativo de conducción, usa un
monoplaza de F1 que cuenta con un motor de más de novecientos (900) caballos de
fuerza? ¿Cuánto tiempo de vida le damos a este aprendiz? –Para el ejemplo el monoplaza
de F1 (Fórmula Uno) es el mercado de divisas y un automóvil de motor promedio
de 1.000 cc (centímetros cúbicos) es el mercado doméstico (Bolsa de Valores de
Colombia) el cual sería el indicado para aprender–. Lo mismo ocurre con
aquellos “inversionistas” que cegados por su codicia ven en este tipo de
mercados la oportunidad de hacer dinero “fácil” rápidamente. Por esto, es que
el mercado de divisas todos los días repasa sobre el océano virtual sus redes
de pesca, buscando este tipo de incautos que desean probar fortuna en un
mercado que ni si quiera conocen y mucho menos entienden cómo funciona.
Así que
insisto que este mercado no es para todas las personas, sólo para aquellos
expertos que cuentan con acceso a información de calidad y por lo menos tienen
una estructura de mesa de inversiones de inversionistas institucionales que
sostenga su operatividad. Insisto en que si usted es una persona que no tolera
en lo más mínimo la exposición al riesgo sus inversiones, este no es su activo para usted y mucho menos si
cree que un algoritmo sustituirá su incapacidad de ganarle al mercado en torno
a sus posiciones.
Mi más
sincera invitación para dejar en la reflexión del cierre de este artículo, es
que inicie cómo lo hace la naturaleza humana en su proceso de crecimiento como
persona. Antes de querer correr hay que primero dominar el arte de caminar. Y
sólo se puede lograr este objetivo siguiendo el debido proceso, primero instrúyase
lo más que pueda sobre los mercados desde casa y me refiero primero a la Bolsa
de Valores de Colombia (BVC), que bajo mi experiencia –más de once años en el
mercado público de valores– le puedo afirmar, que es la mejor escuela que usted
puede tener para que emprenda ese maravilloso camino de las inversiones a
través de activos financieros que se negocien en una plaza bursátil debidamente
organizada.
Javier Andrés Alzate M
Trader-Coach-Fundador
EDUBURSÁTIL
[1] Definición
tomado de la página web http://www.planetaforex.com/que-son-las-opciones-binarias-opcion-activo-subyacente/
[2] Fragmento
tomado del libro: El fabuloso mundo del dinero y la bolsa, autor: André
Kostolany. Páginas 306-308. Editorial Gargola 1ra edición-noviembre 2011
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