miércoles, 25 de noviembre de 2015

¿Es el mercado FOREX una opción para todos?

Definitivamente este es uno de los temas que he tenido represado por varios meses y lo reconozco, debido a que considero que si bien es un tema de suma importancia para todos aquellos nuevos inversionistas que desean evaluar las diferentes opciones de inversión, primero debía enfocarme en atender todos esos temas que forman desde la base a un inversionista antes de ingresar al detalle universal de cada uno de los activos.

Por ello ahora que considero que el contenido del blog ha crecido de manera importante en dichos temas, es prudente hablar del Foreing Exchange Market (FOREX) -Mercado de Divisas-.

Para muchos escuchar sobre este mercado es como recibir la maldición de alguna momia faraónica encantada que anuncia muerte y quiebras a quien se le acerque. Y no es para menos y lo entiendo, porque en una sociedad con una opinión pública carente de toda formación financiera este tipo de posiciones son totalmente válidas. Nuestra opinión pública prefiere al estilo de Camila Zuluaga satanizar el tema en vez de detenerse por un momento y educarse frente al mismo y no ser presa de la atrevida ignorancia que siempre tiene la razón y está llena de argumentos.

Es por esto que quiero dedicarle este espacio al asunto con el fin de establecer un punto de partida y reordenar algunos argumentos que pueden terminar en una bola de nieve ruidosa y mal intencionada y que lo único que lograría sería destruir aún más la ya lesionada confianza de los incrédulos inversionistas.

¿Es el mercado de divisas (FOREX) un mercado donde pueden ingresar todo tipo de inversionistas?

Lo primero que hay que aclarar es que el mercado de divisas (FOREX –por sus siglas en inglés) es uno de los mercados más grandes del mundo donde participan desde bancos centrales los cuales cuentan con cifras monumentales de dinero hasta “especuladores” profesionales y no profesionales –yo los llamaría incautos– como cualquier persona del común que sólo desea exponer tan sólo USD$300 en una cuenta micro que le permita apostar a la dialéctica oceánica que expone el mercado las veinticuatro (24) horas al día desde el Domingo a las 5:00pm hasta el viernes a las 5:00pm para el caso de la zona horaria nuestra (Colombia).

De esta forma el mercado de divisas en un mercado totalmente lícito para realizar operaciones entre más de cincuenta (50) cruces de monedas alrededor del mundo desde un solo mercado –cómo lo muestra el tablero a continuación– es decir, que si usted desea comprar o vender en corto el par Libra esterlina (GBP)/Dólar americano (USD) lo puede hacer sin ningún tipo de escrúpulo o de limitante regulatorio domestico, porque el mercado así lo permite.



¿Pero entonces es un mercado para todo el mundo?

Si bien está disponible para todas las personas que deseen exponer algo de sus recursos de “inversión” –lo pongo en comillas porque en la mayoría de casos que conozco es una exposición directa a las perdidas– a un tipo de cambio como lo permite este mercado, lo puede hacer. Además que su fácil acceso lo convierte en un uno de los mercados más promocionados por las páginas web a lo largo y ancho del internet. Y por ello es que cada día más personas inexpertas se aventuran a trasegar por este mercado tan técnico y tan profundo como si fuera un simple juego de dados o damas chinas.

Mi respuesta entonces frente a la pregunta con la que di inicio este artículo es un contundente NO. Este mercado no está hecho para todo tipo de inversionistas. Empezando por decir que no existe posibilidad alguna que usted persona inexperta en el mercado público de valores que no entiende que es el apalancamiento (además que usa el crédito para consumir activos netamente improductivos) este expuesto a posiciones que multiplican por ene (n) veces sus garantías a la espera de un golpe de suerte para ver multiplicar sus recursos.

Primera pregunta:

¿Alguna vez en su vida a comprado o vendido en corto algún activo financiero a través de bolsa en Colombia? Si la respuesta es afirmativa puede seguir con el proceso, de lo contrario mi mejor sugerencia frente al tema es que se divierta con esos USD$300 en el casino más lujoso de la ciudad donde reside y con una probabilidad mayor le podré pronosticar que le irá mejor allí que en el mercado de divisas.

¿Por qué afirmo lo anterior?

En alguna ocasión almorzando con el gerente comercial de un bróker (ver lista de bróker de divisas) de divisas que por aquella época visitaba el país tuve la oportunidad de escuchar una estadística que me dejó perplejo ante los números. Las cuentas menores a USD$50.000 duran prácticamente días, las que cuentan con saldos entre USD$50.000 y USD$100.000 duran semanas y sólo aquellas que cuentan con saldos superiores a USD$100.000 duran meses. Es decir, que toda esa publicidad de cuentas micro que inundan los baners de la web no son nada más que una gran red de pesca que se tira en este gran océano buscando sardinas que sostengan el volumen de comisiones para los Brokers.

Ahora miremos el caso de las opciones binarias en divisas que se han popularizado tanto, primero habría que definir ¿qué son las opciones binarias[1]?: “Las opciones binarias son también conocidas como opciones digitales, opciones de retorno fijo u opciones de todo o nada o FROs (Fixed Return Options )".

En este tipo de inversiones el inversor adquiere el derecho a cobrar determinada cantidad si, al vencimiento, se cumple la condición de que la opción suba o baje con respecto al precio de la misma al realizarse la compra. De esta manera el comprador será acreedor a la suma pactada al vencimiento, siempre y cuando se cumpla la condición predeterminada.

Las opciones binarias son opciones que dan al inversionista un pago o retorno fijo si se cumple el criterio de la opción. Lo que hace interesante a estos instrumentos de inversión es que los inversionistas reciben un pago fijo, un retorno basado en si el activo subyacente cumple con el criterio específico que es descrito como parte de la definición de la opción.

Al negociar con opciones binarias el trader o inversor comprará la opción que desea adquirir, cada opción tiene un valor nominal sobre el cual el inversionista tendrá que decidir si hace una colocación Call o Put, es decir, si el valor de la opción al vencimiento estará por encima o por debajo del valor al momento de la compra. Se podría decir que al invertir en opciones binarias lo realmente importante es la tendencia del instrumento financiero, sea al alza o baja.

El valor de la opción al vencimiento determinará si la opción cerró con utilidad “In the Money” o con pérdida “Out of the Money”. Si la opción cerró “In the Money”, el inversionista ganará el cien por ciento del valor de la opción el cual es determinado al momento de la compra. Si la opción cierra “Out of The Money” el valor de la opción será igual a cero. Sin embargo, muchos de los brokers que se especializan en opciones binarias otorgan un valor de reembolso que puede llegar hasta el 15% de la inversión por terminar "Out of The Money.” ¡Un momento! Leí bien o esto definitivamente es el santo grial de las inversiones. Ganar en una posición de opciones sin importar para donde tome el mercado es o una completa estafa o definitivamente encontraron la fórmula mágica para tener un activo altamente riesgoso, con retornos de dos dígitos al mínimo riesgo. Aquí simplemente hay algo que no cuadra, al hablar con un experto del mercado de opciones y que diariamente negocia divisas en el mercado SET-Fx (mercado donde interactúan todos los intermediarios del mercado cambiario) y que para ello debe estar certificado ante el Autoregulador del Mercado de Valores (AMV) Henry Mauricio Martinez, me explica que lo que plantean las opciones binarias donde se gana por ambos lados simplemente no es posible y que de algún lado se debe sacar el valor de la prima (Strike) de la opción y si la misma queda “Out of Money” el tenedor de la opción está en un escenario de pérdida si decide ejercer dicha opción ¿qué sentido tiene realizar una opción sin importar si es Put o call si al finalizar quede "In the Money" o "Out of The Money" se reintegrará un porcentaje garantizado? Detrás de este tipo de operaciones simplemente hay algo que yo no entiendo y más tratándose de un Broker que está creado para generar ganancias para él, por algún lado debe estar ocultando información de la realidad de las operaciones para el “inversionista” y como comparto muchas de las premisas que usa Warren Buffet para este caso yo no invertiría en un negocio que yo no logro entiender.

Nuevamente pregunto ¿alguna vez usted a negociado algún contrato estandarizado a través de la Bolsa de Valores de Colombia? Si la respuesta es un no rotundo, usted está en el peor de los mundos.

Esto me anima a compartirles este maravillo fragmento[2]:

“QUOUSQUE TANDEM, CATALINA…

Quousque tándem, Catalina, abutere patientia nostra? (¿Cuánto tiempo, Catalina, seguirás abusando de nuestra paciencia?). Estas primeras palabras de inflamada acusación de Cicerón contra el estafador financiero Catilina, no han perdido su actualidad. ¿Cuánto tiempo continuaréis actuando así?, les gritaría yo a los mozalbetes del negocio con los contratos de entrega aplazada.

El negocio con entrega de las mercancías o valores adquiridos, dentro de un plazo determinado es, en muchos aspectos, comparable con el juego de azar. Y en el fuero interno de cada uno de los pequeños inversores de la Bolsa, dormita un ser humano al que le gusta el juego. La entrada en los casinos está abierta a todos los ciudadanos mayores de edad. Y quienes los visitan saben perfectamente que allí todas las operaciones están sujetas al más severo control: la ruleta funciona perfectamente y no está trucada, y las cartas están sin marcar. No obstante, hasta en los casinos mejor controlados los jugadores pueden ser víctima de engaños muy ingeniosos.

Mucha “seriedad”:
Chiringuitos del mercado de futuros

Si comparamos a los casinos de juego con las operaciones de compra con entrega aplazada, podemos apreciar que existe una notable diferencia. Nadie quiere hacer propaganda de los casinos de juego; sin embargo, los especuladores con este tipo de operaciones aplazadas sí suelen ir de casa en casa y arrastran al ciudadano ingenuo con las campañas de sus agresivos agentes. Y aquí se juega con trampas, En muchas ocasiones cuesta trabajo aceptar la grosera publicidad con que operaban esos propagandistas. Ofertas telefónicas seductoras y lujosos prospectos deben captar al inversor. Se barajan nombres de empresas prestigiosas (que de modo inocente se ven mezcladas en el asunto) como supuesta garantía. Debo prevenir también contra un nuevo tipo de propaganda que asegura que las autoridades oficiales de la Bolsa norteamericana (SEC) controlas esa comercialización de valores. La SEC no tiene atribución alguna ni es responsable en absoluto de las operaciones aplazadas; consecuentemente, no tiene nada que ver con esas ofertas.

En conjunto, como es natural, no estaría justificando acusar a las instituciones bursátiles de las operaciones aplazadas, como tampoco sería justo acusar a un casino de juego por un empleado o crupier deshonesto. Son considerables los abusos que el ejército de agentes de ventas y publicidad comenten son los contratos aplazados, pero no cabe duda de que se trata de personas sin conciencia a las que debería ponerse a buen recaudo para que no siguieran causando daño.

Fraude en la República Federal

No acuso, a priori, de estafador a ningún agente de Bolsa que opere con los negocios de entrega aplazada, ni a sus vendedores o publicitarios, pero afirmo, con conocimiento de causa, que en esos negocios ocurre con frecuencia que el único interés de quienes en ellos participan consiste en hacer pasar el dinero del cliente a sus propios bolsillos. Los negocios de inversión con entrega aplazada son una de estas cosas:

-      Un engaño total,
-     Un engaño a medias,
-      Un engaño de facto, aunque no lo sea de iure.

Engaño total: la empresa vende, por ejemplo, opciones de compra aplazada de mercancías (o cualquier tipo de valores) que todavía no posee. Cuando el cliente cree que gracias a una subida de precio va a hacer un gran negocio, la empresa no puede hacer frente a sus compromisos y se declara en suspensión de pagos. Ésa es una estafa exactamente igual que la que cometería un casino de juego que se negara a liquidar sus ganancias a un jugador.

Engaño a medias: la empresa compra verdaderamente las opciones en Londres, pero se las vende a sus clientes con un ciento por ciento o un doscientos por ciento de aumento. El cliente es engañado porque no sabe los precios reales.

Engaño de facto: la empresa ofrece participaciones en cuentas conjuntas o en fondos de venta a plazo fijo. El administrador de la cuenta conjunta o de los fondos compra, por ejemplo, en el momento en que comienza un día bursátil, diez contratos para la adquisición de soja, diez de oro y diez de platino. Con cada uno de esos artículos puede producirse en el curso de la jornada, hasta el cierre de la Bolsa, una ganancia o una pérdida de 30.000 marcos. Los contratos con pérdida son englobados en la contabilidad de la cuenta común; los contratos con ganancias los conserva el director para su propia cuenta personal. No hay autoridad bursátil, ninguna ley o disposición (ni siquiera la conciencia del director) que pueda impedirle hacerlo así.

En el dialecto de la Bolsa, esas operaciones se llaman “jugar sobre terciopelo”: las ganancias para el jugador, las pérdidas para el cliente. No puede sorprender a nadie que, de la noche a la mañana, surjan nuevas empresas para negociar con mercancías de entrega aplazada, como las setas en el bosque después de la lluvia. Alejandro Dumas hijo ya escribió: “el mejor negocio es el que se hace con el dinero de los demás”. Quien, pese a todo, se sienta arrastrado por el irresistible impulso de especular con mercaderías, deberá dirigirse a uno de los grandes agentes de Bolsa norteamericanos, pero deberá darle sus instrucciones concretas de acuerdo con sus propias ideas y decisiones. Al fin y al cabo, el jugador de la ruleta también tiene que acudir personalmente a la mesa, tomar asiento y no confiar a nadie su dinero para que se lo juegue.

El especulador con contratos de entrega aplazada no debe aceptar los consejos del agente o de los empleados de éste, pues ninguna de esas personas que se titulan así mismas expertas sabe más que él mismo del asunto. Sistemas de ordenadores, expertos y “campeones del mundo” son pura leyenda. Además, los agentes de Bolsa no están en condiciones de aconsejar de modo objetivo, porque viven de las comisiones y, por lo tanto, tienen que hacer lo necesario para que la cantidad de circulación sea la mayor posible. El jugador acabará por descubrir. Pero sólo al fin, que todo su capital ha desaparecido en comisiones. Por esta razón, mi consejo para los iniciados es: las manos fuera del juego de las mercancías a plazo fijo. Como en el caso de las ruletas en los casinos, puedo afirmar, tras 50 años de experiencia, que su norma puede aplicarse al comercio con contratos a plazos: “Se puede ganar, pero se tiene que perder”.      

Para que usted pueda entender mi punto deseo compartirle la siguiente analogía; si una persona nunca ha manejado un automóvil y no sabe cómo hacerlo ¿qué cree que le pasaría si en vez de iniciar su proceso formativo de conducción, usa un monoplaza de F1 que cuenta con un motor de más de novecientos (900) caballos de fuerza? ¿Cuánto tiempo de vida le damos a este aprendiz? –Para el ejemplo el monoplaza de F1 (Fórmula Uno) es el mercado de divisas y un automóvil de motor promedio de 1.000 cc (centímetros cúbicos) es el mercado doméstico (Bolsa de Valores de Colombia) el cual sería el indicado para aprender–. Lo mismo ocurre con aquellos “inversionistas” que cegados por su codicia ven en este tipo de mercados la oportunidad de hacer dinero “fácil” rápidamente. Por esto, es que el mercado de divisas todos los días repasa sobre el océano virtual sus redes de pesca, buscando este tipo de incautos que desean probar fortuna en un mercado que ni si quiera conocen y mucho menos entienden cómo funciona.

Así que insisto que este mercado no es para todas las personas, sólo para aquellos expertos que cuentan con acceso a información de calidad y por lo menos tienen una estructura de mesa de inversiones de inversionistas institucionales que sostenga su operatividad. Insisto en que si usted es una persona que no tolera en lo más mínimo la exposición al riesgo sus inversiones, este no es su activo para usted y mucho menos si cree que un algoritmo sustituirá su incapacidad de ganarle al mercado en torno a sus posiciones.

Mi más sincera invitación para dejar en la reflexión del cierre de este artículo, es que inicie cómo lo hace la naturaleza humana en su proceso de crecimiento como persona. Antes de querer correr hay que primero dominar el arte de caminar. Y sólo se puede lograr este objetivo siguiendo el debido proceso, primero instrúyase lo más que pueda sobre los mercados desde casa y me refiero primero a la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), que bajo mi experiencia –más de once años en el mercado público de valores– le puedo afirmar, que es la mejor escuela que usted puede tener para que emprenda ese maravilloso camino de las inversiones a través de activos financieros que se negocien en una plaza bursátil debidamente organizada.

Javier Andrés Alzate M
Trader-Coach-Fundador
EDUBURSÁTIL




[2] Fragmento tomado del libro: El fabuloso mundo del dinero y la bolsa, autor: André Kostolany. Páginas 306-308. Editorial Gargola 1ra edición-noviembre 2011 

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