Se embolata la baja de las tasas de interés en Colombia

Hace mucho tiempo no me sentaba en frente de la computadora a escribir unas líneas para alimentar de nuevo este blog reinventado y con esto poder aportar al criterio inversionista de esta nutrida comunidad que pide que regrese a mis habituales artículos de opinión bursátil.

Hoy después de evaluar como se vienen comportando las tasas de interés en Colombia y en especial lo que ha venido haciendo el Banco de la República, creo que es necesario hablar del tema y exponerles lo que pienso sobre lo que puede ser la embolatada más grande de la baja de las tasas de interés al ritmo que la economía espera que lo haga. Y por ahí derecho, la desilusión de muchos que esperan una postura mucho más expansiva por parte del emisor.

En la más reciente rueda de prensa en la que el señor Leonardo Villar expuso sus argumentos para justificar su lánguido ritmo de reducción de tasas de referencia encuentro varios mensajes claros y a mi parecer contundentes sobre el ritmo futuro de las reducciones. Y no podríamos decir que el gerente del banco de la república está muerto del miedo; por el contrario, creo que está haciendo su trabajo con el rigor técnico que se requiere.

Si bien es cierto, ante los medios de comunicación y a cuanta oportunidad radial le dan al actual ministro de hacienda afirmar con insistencia que le solicitará a la junta del banco de la república que reduzca las tasas de interés en mayor ritmo, la realidad es que es el mismo gobierno al que él pertenece el que le pone el freno de mano al optimismo de la mayoría de miembros del máximo estamento del emisor.

Por tal razón, quiero compartirles lo que es para mí los dos principales puntos que han desnutrido cualquier opción de ver una reducción de tasas más allá de los constantes cincuenta puntos básicos con los que se ha movido la tasa de referencia durante todo el año 2024.

Primero debemos hablar de lo que esta ocurriendo con las tasas de interés en Estados Unidos y la posibilidad de no ver ningún cambio en las tasas de la FED durante todo este año. El mercado americano ya descuenta que la probabilidad de ver un movimiento de aquí a cierre de año es prácticamente nula.

Lo anterior, ha generado una fuerte volatilidad y pérdida de valor de los instrumentos conocidos como los activos cero riesgo en el mundo financiero como lo son los tesoros americanos. Y por lo tanto, el impacto que esto ha generado en el comportamiento de las tasas de interés de los bonos nacionales conocidos como TES en el mercado secundario.

Este escenario, pone a prueba los modelos econométricos del banco de la república y le expone prudencia a la hora de reducir las tasas de interés en Colombia y que estas no sean demasiado rápidas. Adicionalmente, debemos mencionar, que para algunos miembros del comité federal del mercado abierto (FOMC por sus siglas en inglés) existe una probabilidad de subir las tasas en Estados Unidos muy en contravía de lo que el mercado estaría esperando.

Por otra parte, debemos hablar de un segundo punto y no por esto menos importante, en el cual persiste un interés por parte del gobierno nacional de flexibilizar la regla fiscal que sería una bomba inflacionaria por sí misma.

Es decir, que si bien es cierto el gobierno se ha comprometido en insistir al banco de la república para que baje sus tasas de interés y con esto la economía colombiana retome su dirección de crecimiento a largo plazo. No se da cuenta que con sus propuestas en paralelo de flexibilizar la regla fiscal, de incrementar la inversión forzosa de los establecimientos de crédito, amenazar con el inevitable incremento a los precios del ACPM y hasta pensar en una emisión importante de pesos colombianos por parte del emisor, le envía un mensaje contradictorio al banco de la república y con ello sembrar la innecesaria incertidumbre para poder actuar libremente sobre la política montearía adecuada que requiere la economía nacional en estos momentos.

Si tomáramos la historia para calcular aproximadamente en cuanto debería estar la tasa de intervención del banco de la república en estos momentos tomando como referencia la tasa real, esto nos daría que no debería estar en el 11,75% actual, sino por el contrario en una tasa mucho más cercana al 8,90%. Es decir, que estaría aproximadamente 285pb (puntos básicos) más debajo de lo que está en la actualidad.

Con todo lo anterior, puedo entonces concluir que estamos ante la embolatada más grande de una reducción mucho más agresiva en las tasas de interés en Colombia y por lo tanto, pensar que la misma cierre el año en torno al 8,0% se perfila como una opción remota y con ello, podríamos estar posiblemente llegando al final de los ajustes de la política monetaria por parte del emisor. Espero estar equivocado con esta hipótesis, pero todo apunta a que las probabilidades empiezan a jugar en contra y con esto se pierde en el horizonte la fuerza que requiere la tan anhelada reactivación economía nacional. Así que no se nos haga extraño la prolongación del mediocre desempeño económico que venimos experimentando y no busquemos culpables diferentes a la incertidumbre que alimenta el fuego en donde se cocinan los ingredientes que producen una persistente alta inflación.

 

Javier Andrés Alzate M

Trader-Fundador

EDUBURSÁTIL

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