Comprar en dólares (USD) o evitarlo a toda costa
En días pasados me encontraba
comprando algunos artículos personales por internet y alguien me exclamó ¿si
vale la pena comprar en dólares hoy con ese tipo de cambio tan alto?
Seguramente una duda que inquieta a más de uno desde hace unos cuantos
meses atrás, por culpa de una TRM que se
mantiene en torno a los $3.000. Claro, nos habíamos acostumbrado a un tipo de
cambio por debajo de los $2.000 por dólar.
Así que en vez de darle todos mis
argumentos técnicos para responder a esa pregunta, simplemente le expuse una
respuesta coherente en torno a los caprichos de las características del
producto que no se conseguían en el país –me excuso ante ustedes por abandonar
mi responsabilidad de formar– cosa que era verdad, pero tal vez en ese momento
no encontraba el entorno propicio para generar un espacio de debate.
Sin embargo, decidí desde ese
instante sacar el tiempo para desarrollar el tema en este blog (mi Blog) y por ello los
invito a que juntos construyamos los argumentos para dar respuesta a esta
maravillosa pregunta que inquieta a muchos en el país.
Para que todos nos encontremos en
el mismo punto, miremos los siguientes números que nos sirven de punto de
partida:
Suponiendo que tenemos un
artículo A+ que tiene un valor de USD$100 y durante todo el tiempo del ejercicio
(del 02 de Enero de 2015 al 08 de Abril de 2016) no tuvo variación alguna en su
valor en dólares (para efectos del ejercicio). Sin embargo, el tipo de cambio
si tuvo una pérdida de valor y esa pérdida de valor –que se aproxima al 26%– es
la que nubla en una sola dirección nuestra perspectiva y por lo tanto nuestro
juicio de valor.Claro ahora cuesta ese artículo $63.543 pesos más.
Antes de proseguir con el
ejercicio, deseo que evaluemos la siguiente gráfica que corresponde a la
variación de los precios en Colombia, es decir, que evaluemos el índice de precios
al consumidor (IPC) frente al comportamiento del tipo de cambio del peso
colombiano (COP) frente al dólar:
Fuente: Dane
y Banco de la Republica
Tal y como se aprecia en la
anterior gráfica, el IPC (línea azul) en Colombia tiene una fuerte reacción direccional al
tipo de cambio, es decir, que lo que ocurra con la TRM (línea roja) se transmite
directamente a los precios de los productos en el país. Tal vez esto no sea muy representativo
para su mapa fotográfico donde almacena los eventos relevantes de la economía
colombiana –me atrevería a llamarlo la memoria selectiva– y por lo tanto, hacer
el join de estas variables en el pasado sería un tarea que probablemente no es
tan sencilla como observar la gráfica en sí.
¿Pero que podemos concluir de
todo esto entonces?
Efectivamente como lo indiqué en líneas
anteriores, usted sólo permite a su visión económica las tesis que le ofrecen
los medios de comunicación –recomiendo leer “Medios
de comunicación, un alto precio por la desinformación”– y por lo tanto la
enfoca en los lugares equivocados. Pero no se preocupe, este artículo buscará
reenfocarlo en lo que realmente importa. Así pues, la gran conclusión de lo que
está exponiendo el IPC frente al dólar no es más y menos que nuestra realidad.
Si señores, así como lo oyen; volvimos a nuestra realidad. No nos engañemos,
que para nadie es un secreto que la gama de productos que Colombia le exporta
al mundo y por ellos es que captura una cantidad de dólares para el país se
centra en su gran mayoría en productos básicos. En los años ochenta nos
encandilamos con el alud de dólares gracias a la bonanza cafetera (producto
primario) para luego enfrentar una fuerte crisis económica por la importante
caída del precio internacional del grano. Hoy la historia se repite, pero esta
vez no es con el café, sino con otro bien primario; el petróleo. De esta
manera, el país se expone fuertemente a la dependencia de los precios
internacionales de los bienes primarios y por lo tanto estos ciclos seguirán apareciendo
en el futuro si no se continúa explorando opciones productivas en productos
denominados bienes de capital. Alguien seguramente me expondrá que Colombia hoy
ha diversificado sus exportaciones y que por ello somos menos vulnerables a las
volatilidades mundiales –una afirmación válida desde un solo punto de vista–
porque si bien Colombia hoy exporta muchos más productos (un abanico más amplio),
la gran mayoría siguen siendo (bienes primarios), por lo tanto, de que sirve llamar
“diversificación” cuando estamos concentrados en bienes primarios ¿ahora si
entiende la razón del silogismo? Colombia no ha diversificado sus
exportaciones, lo que sí ha hechos es ampliar sus opciones de productos, pero
todos dentro del mismo sector (bienes primarios).
Ahora bien, después de esta
explicación que considero de suma importancia (espero que ahora no me escriban
que le estoy dando mucha vuelta al asunto –y está en todo su derecho amigo
lector de hacerlo– pero insisto que este material está pensado en quienes menos
conocimiento tienen sobre el tema) regresamos entonces a la tesis que le dio origen
a este artículo. ¿Comprar en dólares si vale la pena? O mejor evitarlo a toda
costa. Mi gran conclusión es que sale mucho mejor comprar en dólares con todo y
que el tipo de cambio esté por estos niveles. ¿Lo sigue dudando? Seguramente sí
por el efecto cortina de humo que le genera la TRM y que por lo tanto le nubla
su visión financiera.
Miremos el punto
Hace un par de días fui a buscar
un cable para cargar el celular en iShop (buscaba aquel cable especial que viene
cubierto de un tipo de nailon para hacer más duradero la vida de servicio del
mismo). La referencia que tenía en torno al precio de este tipo de producto era
la de un amigo que lo había comprado meses atrás en alrededor de $50.000. Para
mi sorpresa fue encontrarme con un valor ($105.000) que duplicaba el precio de
referencia cuando visite el almacén. Así que lo busqué por interntet a través
de una de las tiendas especializadas en ventas por internet más importante de
los Estados Unidos y lo encontré por menos de USD$15 –lo curioso del asunto es
que este valor en dólares ya incluye impuestos en EEUU y la ganancia del
productor– así que no dude en comprarlo y despacharlo para el país. Si bien me
excuso por usar un caso personal –pero lo encontré sumamente práctico para
explicar el asunto– lo importante que debe tener claro amigo lector es ¿cómo funciona la
metodología a la hora de comparar las compras en dos monedas distintas? De esta
manera evaluemos lo siguiente, si un importador que compra unos artículos en el
extranjero lo hace a un valor especifico según volumen, a esto le debe asumir
valores de fletes y seguros internacionales, además de los impuestos a la hora
de nacionalizar más los costos de fletes y seguros nacionales. Vaya cadena de
costos, esto realmente suena muy pesado a la hora de calcular el precio de los
productos para el consumidor final, porque recuerde que nos falta hablar del
margen que desea el importador si para el caso es el mismo comercializador. Entonces,
vuelvo y les pregunto ¿cree que es mejor comprar en pesos (COP) que en dólares?
Yo insisto que ¡NO! Para mí financieramente hablando no hay nada más eficiente
que comprar (la mayoría de cosas) en dólares que, en pesos –Recomiendo
leer “¿Sabe
cómo consumir en dólares teniendo un colchón a su favor frente a la TRM?”–, sin importar el
tipo de cambio, porque así usted no lo crea ese mayor valor de TRM se lo
cobrarán con creces en el precio en moneda legal (PESO -COP). Si aún sigue sin
creerme vuelva y repace la gráfica del IPC frente al tipo de cambio para que saque
sus propias conclusiones.
Además, que no les he hablado de
los “mesurados” márgenes que suelen usar nuestros comerciantes a la hora de
hacer los cálculos del precio al público de sus productos importados –lo
curioso del asunto es que la opinión pública sigue firmemente en la afirmación “que
los únicos ladrones en el país son los bancos”– esta será otra discusión para
abrir el debate en un nuevo artículo –recomiendo leer “cree
usted ¿qué las utilidades de los bancos son exageradas y qué por eso los ricos
son más ricos?”– para no hacer más extenso este que ya se convirtió en
extenso.
Por esta razón amigo lector es
que lo invito a que abra su espectro visual financiero y se prepare para sacar su
propia conclusión y deje de comprar las conclusiones que le venden los medios
de comunicación; que no son realmente las conclusiones que usted necesita.
Javier Andrés Alzate M
Trader-Coach-Fundador
EDUBURSÁTIL
Javier.alzate@edubursatil.com
http://edubursatil.blogspot.com.co/
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