No hay chequera más grande que la del mercado
El Gobierno Nacional en su desespero por
frenar la revaluación del peso colombiano ha presionado al Ministerio de
Hacienda y Crédito Público para que lidere medidas creativas, dinámicas y lo más
importante con resultados de corto plazo en términos de política cambiaría. De
aquí nace el tan anunciado PIPE (Plan de Impulso a la Productividad y el
Empleo) el cual entre sus varias medidas propone modificar la estructura de
inversión de los Fondos de Pensiones AFP's para aumentar la exposición de sus
portafolios en activos internacionales cuasi obligando de manera indirecta a
que estos ayuden a incrementar la demanda por divisas y así sostener de manera
artificial un tipo de cambio con presión devaluacionista.
Aunque el Pan sugiere y no obliga un
cambio en la metodología de cálculo en la rentabilidad mínima de cada uno de
sus fondos dependiendo de los intervalos propuestos a invertir tanto en activos
domésticos como en foráneos, en el fondo se esconde una clara medida de tipo
cambiario ni más ni menos y de manera irresponsable.
Disponer de los ahorros de los
Colombianos como sí se tratara de un rubro mas a disposición de las autoridades
monetarias para evitar que el tipo de cambio continúe en pleno descenso
producto de la revaluación so pretexto que en países como en Chile y en Perú se
han tomado medidas similares y los resultados se han visto en dirección
conjunta a los objetivos. Para mi análisis es imponer recetas foráneas que
desconocen la realidad interna a rajatabla como sí se tratara de una medida
desesperada de los eruditos que guían nuestra economía. Pero lo grave del tema
es que está en juego los ahorros de todos.
Lo dispar del asunto es que en Colombia
la industria es la que más se afecta por la revaluación del peso -la que más
también presiona al gobierno a que asuma medidas a favor de un peso más
competitivo- y por ello el efecto de la tercerización de la economía,
donde sale muchísimo más rentable la importación que la producción. Efectos
negativos que se ven en los demás rubros macroeconómicos impactado
principalmente el efecto de absorción de mano de obra y lo que esto a su vez
conlleva. Pero hablar de un peso más competitivo como única salida para
mimetizar la improductividad de nuestra industria y lo poco competitivo que es
Colombia en temas logísticos a causa de sus ingentes problemas de
infraestructura, cosa que no pasa ni en Chile ni en Perú.
Pero es más rápido un decreto con efecto
a casi un año que poner en marcha ambiciosos proyectos de infraestructura
nacional en términos de tiempo. Porque desde que inicio el gobierno de Juan
Manuel Santos los proyectos de infraestructura que se dejaron planteados en el
gobierno anterior están empolvados y aun no se inician. Por ello afirmo
nuevamente que es asimétrico importar medidas que han dado resultado en países
vecinos a nuestro país.
Ahora me pregunto: ¿de quién será la
culpa y quien responderá el día que las condiciones internacionales sean
similares a las vividas a nivel mundial tanto en el 2006 como en el 2009?
¿Patrimonialmente las AFP's saldrán a cubrir las pérdidas en los portafolios
para cumplir con las rentabilidades mínimas? ¿Habrá un cobro adicional o un
incremento de las comisiones a razón de provisión de potenciales pérdidas en
los ahorros de los colombianos en los fondos? ¿Cómo se manejaran las coberturas
de las posiciones en divisas o también tendrán una ecuación estatal al estilo
de la que se usa para calcular el precio mensual de la gasolina?
Evitar que sigan ingresando divisas al
país es un completo absurdo, porque afrontamos la cosecha económica que nos
dejo un cambio radical en la dirección del gobierno desde el año 2002.
Resultado de ello la inversión extranjera directa (IED) se ha multiplicado
a niveles históricos y de manera sostenida, por ello nuestro país recibe las
bondades y la aprobación de las calificadoras de riesgo (que poseen una imagen
muy desfavorable después de tener un alto grado de responsabilidad -aun no
comprobada, pero si investigada- en la crisis hipotecaria de los Estados Unidos
y que ha desencadenado las resacas actuales en la crisis de deuda soberana de
los países de la zona euro) mejorando no solo nuestra calificación crediticia
como nación sino también nuestra perspectiva como economía. Por lo tanto, ¿qué
pasará cuando la compra de dólares no logre sostener por más tiempo el tipo de
cambio cercano al precio ($1.900) que el Ministerio y el Gobierno Nacional
desean? Porqué lo que se está logrando hasta ahora es defender un tipo de
cambio artificial, pero lo que no se ha cuantificado es que la chequera no es
infinita y que no existe en el mundo chequera más grande que la del mercado.
Javier
Andrés Alzate M
Trader-Coach-Fundador
EDUBURSÁTIL
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