Reforma pensional, un asunto por resolver estructuralmente
Definitivamente este es uno
de los temas que requieren mayor atención por parte de los gobiernos nacionales
a nivel mundial y Colombia no se escapa de dicha situación. Por tal razón,
puedo afirmar que para nadie es un secreto que el sistema pensional tal y como
está planteado -me refiero a la forma en que han tasajeado el sistema en su
funcionamiento en Colombia, buscando solucionar a retazos los problemas
estructurales que plantea el sistema pensional en el país- es una completa
bomba de ingente tamaño con impactos sociales sin precedentes que amenaza con
estallar en la media que avanza el tiempo y no se asume de verdad una reforma
que ataque el auténtico problema desde su raíz.
Infortunadamente y me duele
decirlo amigo lector, pero en Colombia se suele asumir posiciones reactivas
sobre el problema que estalla –a manera de apaga fuegos como bomberos– saltando
de problema en problema en la medida que aparecen, como los focos del fuego que
mantienen la llama de un gran incendio en una gran extensión de bosque.
Para
poder mostrarle un escenario que lo contextualice en esta realidad quiero
simplemente extenderle la siguiente pregunta ¿sabe para qué fecha se abordará
en el congreso de la república la próxima reforma pensional?; muy seguramente
¡No! ¿verdad? No se dé golpes de pecho por no saberlo, porque simplemente el
afán nacional se centra únicamente en la firma de la paz y la reforma
tributaria “estructural”. Es decir, que se acabó el espacio en la agenda
nacional en lo que queda del año y simplemente le interesará “discutir” estos
dos únicos temas.
Pero pierdo el foco de este
artículo al distraerlo en esos temas que ya suenan a paisaje entre
la opinión pública con tanto cubrimiento al estilo de una alfombra roja de lo
que sucede en la Habana. Así que regresemos a lo que realmente nos interesa: ¿Y
del sistema pensional quien habla? ¿Saben acaso el colosal problema que les sube
pierna arriba con este tema a los actuales responsables de la administración
del heraldo público? –quiero que me excuse amigo lector si lo pongo en estos
términos, pero en la media que continúe leyendo conocerá la raíz de mis
preocupaciones–.
Miremos
entonces algunos datos que centren nuestra atención para contextualizar[1]:
“La esperanza de vida ha
aumentado significativamente y se espera que al 2050 la población mayor mundial
aumente a nivel mundial en casi 12%. Según el Foro Económico Mundial (WEF, por
sus siglas en inglés), se evidencian algunos impactos a nivel económico y
social por este fenómeno.
La mayoría de la población
desea vivir cada vez más años, de hecho, la esperanza de vida promedio en
gran parte de los países del mundo ha aumentado, incrementando la cantidad de
población mayor.
Según el Foro Económico
Mundial, en la actualidad la población mayor de 65 años a nivel mundial es del
10%, pero se espera que para la mitad del siglo, esta proporción aumente un
12%, representando alrededor del 22% del total.
Pese a que el cambio
demográfico inició en las economías más desarrolladas, como Japón, se está
convirtiendo en una condición generalizada a nivel mundial. El Foro
Económico explica que esto tendría un impacto significativo en áreas como la
protección social, la salud pública, la prosperidad económica y el sistema pensional.
¿Qué situación enfrenta
Colombia?
Según cifras del Dane, la
población mayor de 60 años, en el 2015 representó aproximadamente el 11% del
total de la población, con aproximadamente 5,3 millones de habitantes.
De acuerdo a las
proyecciones de la entidad, para el 2020 la población colombiana podría llegar
a los 50,9 millones de habitantes, donde la población mayor podría
significar alrededor del 12,6% del total, representado por alrededor de 6,4
millones de habitantes.”
Por todo lo anterior, es
claro que la población inevitablemente tiene una sola dirección y para este
caso en la medida que se expande el número de habitantes en esa misma dirección
va la población mayor a 60 años. Es decir, que no hay en estos momentos una
realidad diferente a esta –a no ser que aparezca una catástrofe natural en
alguna zona de alta densidad poblacional que afecte de manera real esta
dirección– y por lo tanto ver esta situación como una en que se puede abordar en
algún día en el mañana lejano es simplemente irresponsable de quienes
administran nuestras instituciones.
¿Y
qué se ha propuesto para dar solución paliativa al problema?
Absurdamente la misma que se
ha propuesto a nivel nacional para dar soluciones a los problemas de la
movilidad en las grandes ciudades del país –usar sistemas de transporte
articulados (limitados) por encima de sistemas integrados multimodales de
transporte (ilimitados) sumado a la restricción por días del automóvil
particular, que al fin y al cabo son una solución meramente reactiva y no una
solución estructural (no quiero detenerme aquí porque sé que es un tema álgido
y que daría para desarrollar un artículo completo sobre él)– y por lo tanto, la
solución más cercana es simplemente aumentar la edad de jubilación. Es decir,
absurdamente estos eruditos al ver una población con mayores expectativas de
vida (variable dinámica) se les ocurre extender la edad (variable fija) en la
cual una persona podrá jubilarse, por lo tanto, se reacciona con rigidez sobre
una posibilidad variable de mayor población madura y por tal razón nunca se
sale de ese ciclo eterno de una única salida.
Miremos para el caso un
ejemplo de las recomendaciones de Fedesarrollo y Anif[2]:
“Tanto las multilaterales (incluyendo
BID y Ocde) como los centros de investigación (Anif y Fedesarrollo) hemos
venido repicando sobre la urgencia de realizar una reforma pensional de tipo
estructural, donde se logre: i) mejorar la participación poblacional dentro del
sistema (elevando la relación contribuyentes PILA/PEA (Población Económicamente
Activa) del actual 40% hacia un 70%, como en Chile)”
¿Cuáles
son los verdaderos problemas?
En mi opinión el problema no
radica en la mayor población madura ni en su edad para disfrutar de la
jubilación. Sino que los problemas reales se concentran en i). En los inequitativos
subsidios[3]
(en el rango 40% al 70%) que se continúan otorgando en el sistema público de
Colpensiones, cuyo Valor Presente Neto (VPN) estaría escalando del 140% del PIB
hacia un 228% del PIB durante 2015-2050. ii). “De acuerdo con Asociación Nacional
de Instituciones Financieras (Anif[4]),
existe una gran preocupación por el impacto que tendría una declinación de las
tasas de interés reales sobre el ahorro pensional. “Hemos calculado que si
dichas tasas descendieran de 9% real por año (valor histórico en Colombia
durante 1995-2015) hacia 7%, entonces se incrementaría el flujo de ahorradores
del régimen de ahorro individual (RAIS) privado hacia el régimen de prima media
(RPM) y ello agravaría las finanzas públicas de forma grave en el
horizonte 2016-2050”. iii). Y la última y no por esto ser la menos importante,
la baja cultura financiera y por lo tanto la poca cultura de ahorro que
tenemos los colombianos.
Lea también: ¿Régimen de prima media o de ahorro
individual?
Colpensiones
desangra el presupuesto nacional y presiona el panorama fiscal del país
Quiero antes de proseguir
hacer una claridad que considero importante, tal y como lo desarrollo en el enlace
anterior (¿Régimen de prima media o de ahorro individual? –Artículo que
recomiendo ver antes de continuar con este–) debemos separarnos de la estéril
discusión apasionada que nos plantea esa tesis. En caso que hayas logrado
separarte de cualquier apasionamiento que te amarre a cualquiera de ellos
–recuerda que no tienes opción adicional por ley para usar como servicio
obligatorio de pensión–entonces podríamos proseguir en el desarrollo del punto
que les planteo. El sistema de prima media es tan nocivo para el presupuesto
nacional que hay que mirarlo con mucha preocupación; entiendo que exista mucho
escepticismo sobre el tinte que le estoy poniendo al asunto, pero solo miremos
las siguientes cifras para ver si seguimos creyendo que no es un tema de mucha importancia.
“Pensiones afectan el
presupuesto nacional[5]
Este año el Estado
colombiano destinará el 3,7 por ciento de la riqueza nacional para pagar
pensiones, según el Presupuesto General de la Nación.
Se trata de un total de 34
billones de pesos, de los cuales el 37,1 por ciento servirá para completar el
pago de las mesadas de retirados de Colpensiones; los restantes 21,4 billones
incluyen apropiaciones para el pago de las pensiones públicas del Fopep ($7,8
billones), de los militares y policías ($5,5 billones) y de los docentes ($4,6
billones), además de una previsión para nuevos pensionados.
El cuadro anexo muestra que,
si bien Colpensiones es destinatario de más de una tercera parte de los
recursos del Presupuesto General de la Nación, es también la entidad con más
pensionados a su cargo, más del 60 por ciento del total que financia el erario.
Además, su déficit se origina fundamentalmente en las personas que se
pensionaron antes de la entrada en vigencia de la Ley 797 de 2003 o que fueron
beneficiarias del régimen de transición de la Ley 100 de 1993. De hecho, en la
exposición de motivos del Acto Legislativo N° 1 de 2005 se reconoce que “las
últimas reformas legales y la presente propuesta de reforma constitucional
equilibran el sistema y lo hacen financieramente sostenible en relación con los
afiliados que hubieran ingresado a partir de la expedición de la Ley 797; es
decir, que estas personas no generarán nuevo déficit, de acuerdo con las
condiciones demográficas actuales”.
…
Ahora bien, dado que por
disposición de la Corte Constitucional el reajuste del salario mínimo que
decrete el Gobierno nunca podrá ser inferior al porcentaje del IPC del año que
expira, lo que va a pasar es que cada año el Estado colombiano deberá hacerse
cargo del pago de todas las pensiones mínimas correspondiente a aumentos por
encima de la inflación, debidos a aumentos de la productividad. Y así
sucesivamente, de forma exponencial. Por ejemplo, entre 2010 y 2014 el salario
mínimo se incrementó en 6,3 por ciento por encima de la inflación y de
aplicarse lo dispuesto en el citado artículo 138 este porcentaje deberá ser
financiado a través del erario público.”
Como pueden ver en el
anterior fragmento se evidencia la importante carga que le pone las pensiones
(que incluye al régimen de prima media) al presupuesto nacional. Entonces, si
tomamos el total de recursos que se necesitaron en el año 2015 para cubrir las
obligaciones pensionales ascienden a 34 billones de pesos frente al presupuesto
nacional aprobado para este mismo año que fue de 216 billones de pesos,
tendríamos entonces, que solo el rubro pensional requiere alrededor del 15,74%
del presupuesto nacional. Tal vez la opinión pública pase por alto estas cifras
y las tome como insignificantes, pero yo tratando de exponerles con
preocupación que estamos frente a una bomba que estaría por estallar y es por
esto que les resalto estos detalles. Para que dimensionen esto, les mostraría
que esta cifra pensional (Colpensiones + pública) es de 34 billones de pesos al
año y que si la comparamos frente al presupuesto anual para honrar la deuda
pública para ese mismo año (2015) vemos que es muy significativa debido a que asciende
a los 47 billones de pesos ¿seguiríamos entonces pensando que las pensiones son
un rubro insignificante y qué no pondrían en aprietos al presupuesto nacional?
Yo diría con certeza que ¡No!.
Ahora bien, miremos lo que
está pasando con la “desbandada[6]”
como lo define el diario que publica el artículo desde los fondos privados a
Colpensiones:
“La desbandada de afiliados
de los fondos privados a Colpensiones no se detiene
Sea para bien o para mal, el
cuantioso traslado de afiliados de los fondos de pensiones privados a
Colpensiones es una realidad que sigue en aumento. Según las cifras de la
Superintendencia Financiera, en cuatro años se han pasado 523.030 afiliados y
en enero de este año ya iban 12.232, lo que significa un aumento de 24% frente
al mismo mes el año pasado.
…
Según Alcides Vargas,
presidente de Colfondos, “durante 2015 y lo corrido de 2016 se han
trasladado 37.261 personas de Colfondos a Colpensiones. De esas, 326 cumplían
la condición de edad para decidir el régimen de pensión que más les convenía”.
Esto deja ver que los jóvenes tienen la mayor participación en el dato
registrado por la Superfinanciera.”
Puedes leer el artículo
completo aquí.
Tristemente debo decirles
que efectivamente en Colombia está sucediendo lo que están leyendo. Según datos
del Ministerio de Hacienda y Crédito Público las personas están migrando
nuevamente al sistema de prima media debido a una imprecisión en torno a mala
asesoría que recibieron para tomar dicha decisión (pasar del régimen de prima
media al de cuenta individual) por ello ahora regresan al sistema de prima
media. Sin embargo, amigo lector ¿cree usted que esto logra solucionar el
problema? Yo insisto en que ¡No! Tal y como lo abordé en el artículo
recomendado al inicio de este nuevo escrito. El problema real que ronda ambos
sistemas sin importar a cuál usted pertenezca –recuerde que usted por ley sólo
tiene estas dos opciones– es que ninguno logrará soportar si quiera el sesenta
(60%) por ciento de sus ingresos actuales. Sin embargo, la opinión pública
insiste en atiborrar con elogios el sistema que tiene subsidio frente al que
no. Sé que he sido muy insistente con esto, pero lo recuerdo nuevamente por si
ya no cuenta con él en su memoria; los subsidios generan desequilibrios en el
sistema y por lo tanto, más temprano que tarde genera una reacción en cadena en
contra de quien los recibe. Me quiero explicar con esto. ¿Cree usted que al
pertenecer a un sistema que subsidia las pensiones es la solución particular
sobre el colectivo? Seguramente usted podrá mejorar ligera o de manera
importante su perfil como potencial jubilado, pero esta imprecisa forma de
pensar es que lo convierte en víctima de este mismo proceso. ¿A qué me refiero?
Si bien en la memoria colectiva permanece que las reformas tributarias se
hacían con periodos de tiempo mucho más amplios a los 17 meses con las que se
requiere –de manera urgente– abordarlas en la actualidad, es una obligación de
parte mía aclararlo. Así como lo oyen, hoy en día se requiere una reforma
tributaria con mayor rapidez y urgencia que en el pasado, es decir, que usted
que se beneficia de un subsidio sobre la forma en que calcularán su pensión de
jubilación está siendo parte de este gran problema incontenible.
¿Se queja acaso usted que la
edad para lograr jubilarse es cada vez mayor?
A la vez que se queja por el
constante aumento de los impuestos a los cuales debe responder. Pues bien, aquí
ya puede no solo abordar uno de los rubros problemáticos para el presupuesto de
la nación como lo son las Pensiones sino también la respuesta a tan odiosa
inquietud. Es decir, usted creyéndose uno de esos colombianos listos que
aventaja a los demás, se somete al sistema de prima media creyendo que la
Nación en su infinito presupuesto lo beneficiará a usted con tan codiciado
subsidio. Esto no es más que el fiel reflejo de lo que réplica el dicho popular
para estas personas “el vivo bobo” –no quiero que me mal interprete por si se
siente aludido y permítame explicar el ¿por qué? – Por casualidad ¿sabe de
dónde salen los ingresos de la Nación para provisionar ese “infinito”
presupuesto? Así es amigo lector, del bolsillo de todos y de su propio
bolsillo. Es decir, que pagamos impuestos cada vez mayores de nuestro propio bolsillo
para que la Nación pague entre otras cosas el subsidio a mi propia pensión,
¿Qué lógica más absurda, no lo creen? Sigo tratando de entender las razones
desconocidas que dan origen a tan absurdo comportamiento.
Ahora bien, teniendo en
cuenta el anterior detonante que será el mismo que ocasione que el sistema de
prima media por sí mismo como está planteado es simplemente insostenible –tarde
que temprano se verá expuesto a una reforma para poder hacerlo “sostenible”
aunque siendo realistas y con criterio responsable colectivo, debo decir con
franqueza que este tipo de régimen debería desaparecer tal cual y como está
planteado– le pregunto entonces de manera afectuosa amigo lector ¿qué está haciendo
usted de diferente, para que en un eventual escenario de modificaciones
inalcanzables sobre la ley en el sistema pensional lo dejen trabajando toda la
vida sin opciones de retiro? Sé que es una pregunta de ese tipo que uno ni
siquiera desearía plantearse, pero simplemente por el hecho de evitarla no
hacemos que ella desaparezca y que el horrible escenario –que tratamos de
evitar a toda costa– haga lo mismo (se esfume). Muy seguramente como ni
siquiera se ha planteado la pregunta, pues la respuesta natural sería un
aterrador “NADA” –escribo estas líneas con el fin de llamarle la atención en
caso que esta sea su respuesta para que se despabile y tome el asunto
seriamente en sus manos– Entonces sin
creernos una mente brillante, podríamos estar concluyendo que es aquí donde
podríamos encontrar la raíz de todos los males que aqueja el sistema pensional
en el país, creer simplemente que la responsabilidad financiera de nuestra vejez
está en manos de la nación (terceros).
Recomiendo leer: “¿Por qué nos cuesta tanto ahorrar?”
La única forma de hacerle
frente a tan espantoso escenario –dejar el sostenimiento financiero de nuestra
vejez única y exclusivamente al sistema pensional– tal y como lo he abordado en
anteriores publicaciones, es decidirse por un sistema personal e individual de
acumulación de recursos de manera paralela que potencie el perfil de un eventual
inversionista –tema de suma importancia, que abordaré en los próximos meses
para que usted amigo lector entienda las raíces formativas que se requieren
para poder lograrlo sin necesidad de creer que se requieren conocimientos en finanzas
cuánticas para alcanzarlo– que permita en mayor o menor proporción una defensa
que lo proteja ante cualquier traspié del sistema pensional en el país.
Recomiendo leer: “Una fórmula entorno al ahorro que no
aplica para todos”
Y es normal que la mayoría
de nosotros no nos sintamos aún con el suficiente conocimiento para abordar tan
importante tarea. Reconozcamos que de entrada tenemos que lidiar con nuestros
propios demonios financieros que solo saben de rentabilidades extremadamente
altas sin percatarnos de sus riesgos implícitos; para eso está el gobierno y
sus instituciones que fácilmente asumirá todas nuestras quejas por las posibles
pérdidas que se tengan en el camino. Y por si acaso cree que estoy exagerando,
me gustaría dejarle una invitación para que revise todas las reacciones que han
dejado en la opinión pública casos como los de Interbolsa, Proyectar Valores y
el más reciente escándalo financiero como el de Estraval, para que evalué
nuevamente si exagero o no.
Así pues, amigo lector, en
temas del dinero todos somos responsables sin importar nuestro arte, profesión
u oficio. Por ello, es que insisto y resalto la gran importancia de formarse
para afrontar las responsabilidades del dinero desde su propia realidad. Por
esto hemos evolucionado y este será nuestro nuevo sitio para educar.
Muy bien, retomando entonces
a nuestro tema de discusión considero seriamente que nuestro sistema pensional
subsidiado (prima media) nos llevará a una potencial crisis de ingentes
proporciones mientras persista la manera en que viene funcionando el sistema
pensional en Colombia y se mantengan las mismas fuentes de fondeo (financiamiento).
De lo contrario tendremos soluciones paliativas que lo único que lograrán, será
dilatar la verdadera discusión de fondo (que ya hemos abordado aquí claramente)
y afrontaremos las mismas formulas con las que el gobierno de turno logra
apagar el incendio para cada uno de los diferentes desafíos, mesas de
negociación, largas horas de reuniones y al final más de lo mismo; al mismo
estilo de cómo afronta los paros camioneros –a manera de ejemplo– que ya se
convirtieron en pan de cada día en la agenda nacional y pública, donde los
pliegos de condiciones se repiten casi que calcados paro tras paro y los
problemas de fondo continúa persistiendo durante el tiempo. Por lo tanto,
veremos una nueva reforma pensional nada estructural y que terminará en la
solución más fácil para el Ministro de turno: aumentar nuevamente la edad de
jubilación tanto para hombres como para mujeres y un par de restricciones más
sobre la posibilidad de cumplir la condición de jubilado en el país.
Javier Andrés Alzate M
Trader-Coach-Fundador
EDUBURSÁTIL
http://edubursatil.blogspot.com.co/
[1]
Fragmento tomado del artículo publicado en la Revista Dinero llamado “¿Cuáles
son los impactos económicos del aumento de la población mayor?”
[2]
Fragmento tomado del artículo de opinión de Sergio Clavijo publicado en el
diario La Republica llamado “Las
AFPs como solución al problema pensional”
[3]
Fragmento tomado del artículo de opinión de Sergio Clavijo publicado en el
diario La Republica llamado “Las
AFPs como solución al problema pensional”
[4]
Fragmento tomado del artículo publicado en el diario La Republica llamado “Los
juegos alternativos por la baja rentabilidad de las pensiones”
[5] Fragmento
tomado del artículo publicado en el diario El Espectador llamado “Pensiones
afectan el presupuesto nacional”
[6] La
desbandada de afiliados de los fondos privados a Colpensiones no se detiene,
publicado en el diario La Republica en su versión digital.
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